domingo, 12 de diciembre de 2010

Recuerdo inevitable

domingo, 12 de diciembre de 2010 0
La crónica que publicamos anteriormente sería sólo eso, una crónica, si las palabras de un testimoniante no apoyaran la información vertida sobre el atentado en la calle Tarata.





“Era un tiempo terrible porque los padres no sabíamos si regresaríamos a casa”, nos comentaba Víctor Delgado, doctor de profesión, hombre que palpitó el miedo.

“Nuestros hijos jugaban con temas relacionados al terrorismo. Por ejemplo: mi hija se ponía un pasamontañas y se hacía pasar como terrorista. Traía una cajita de zapatos, la dejaba en un lugar de la casa y luego se iba. Después de un rato gritaba: “booom”. Es increíble cómo captaban todo lo que sucedía y lo tomaban a juego”.

Los comentarios del señor Delgado nos describen el contexto de aquellos años. No servía no mostrar miedo ante los hijos, ellos tenían su manera de asimilar los acontecimientos.



Pero fue Humberto Paredes, 32 años, comunicador él, que estuvo en los precisos momentos en el que sucedió el hecho. Para su suerte, estuvo a una distancia considerable de la explosión, pero sintió en carne propia el miedo y la influencia total de los actos de un grupo terrorista al cual nadie podía parar.

Aquí nos cuenta su versión de los hechos.

“Yo estudiaba en la cuadra 50 de la avenida Arequipa. Ese día (16 de julio) justo hubo un ensayo como preparación para Fiestas Patrias, 28 de julio. La banda del colegio estaba en la calle. Los alumnos nos quedamos hasta las nueve ó nueve y cuarto de la noche. Bordeando esas horas es que, con mis compañeros, nos dirigimos al paradero, entre avenida Larco y Arequipa. Yo vivía en San Isidro en ese entonces. Lo que pasó fue que, de un momento a otro, el piso tembló de una forma rara, nada parecido a un temblor. Todo el mundo se asustó. Para esto, los limeños ya estábamos acostumbrados a atentados en Lima. Yo era joven, tenía 14 años, y seguro por eso asimilaba los sucesos a forma de ‘juego’. Pero vivíamos, sí, con mis amigos, con la preocupación de ver a nuestros padres asustados. No estábamos tan maduramente preparados para aceptar el tipo de violencia que se vivía. En ese instante levantamos la mirada y había una luz roja en el cielo.”

Nos dijo, además, que sólo tiene recuerdos borrosos de aquel angustiante momento. Y nosotros, al verlo expresando su sentir, creemos que quiere que esos recuerdos se queden así: borrosos.

Tarata: la sombra del miedo

9:15 pm. “¡Carlos! ¡Carlos!”, eran los gritos de un padre desesperado por advertir una señal de vida de su hijo que no había salido del edifico luego de la explosión. Mientras tanto, el fuego, que había invadido el edificio y a la calle Tarata, convertía todo en escombros.

Viernes 16 de Julio, 1992. Eran épocas de terrorismo. Sendero Luminoso estaba cumpliendo lo prometido: movilización del campo a la ciudad, como parte de su revolución antisistema influida por la ideología comunista de Mao Tse tung. Las fronteras de Lima ciudad estaban siendo los puntos de referencia de SL para advertir su ya incursión en la capital. El miedo y el terror se hicieron una costumbre.

Tarata 1992 from Claudia on Vimeo.

El hecho ocurrido aquel viernes ya tenía antecedentes. En febrero del mismo año, el distrito de Villa El Salvador fue parte de un atentado. Una dirigente vecinal, María Elena Moyano, fue asesinada por integrantes del grupo terrorista mientras asistía a un local vecinal para ser partícipe de una pollada. Una vez acribillada, su cuerpo fue cargado de dinamita para luego hacerlo explotar. Esto provocó una marcha multitudinaria por vecinos del distrito, indignados y asustados, para parar ola de violencia extrema.

San Isidro también fue un blanco de los senderistas. Un viernes 22 de mayo, en el centro del distrito, un “coche bomba” explotó, causando más pánico y terror en los civiles. A esto se suma la explosión de otro coche bomba en las instalaciones de Canal 2, ahora Frecuencia Latina. La colisión causó la destrucción de gran parte de la infraestructura, pero además cobró la vida del entonces periodista Alejandro Pérez.



Pero el hecho más sonado fue el que se aconteció en la mencionada calle Tarata, en Miraflores. A las 9:00 pm, un “cochebomba” cargado con más de 500 kilos de anfo, fue capaz de destruir 164 viviendas y 400 establecimientos de consumo, además de 46 autos que se encontraron en la misma calle. Sin embargo, esto no se compara con la cifra de personas perjudicadas. Más de 20 murieron, casi 200 quedaron heridas, de las cuales 8 perdieron la vista y 6 parte de sus extremidades.

Los medios de comunicación supieron abordar el acontecimiento. Las imágenes son desgarradoras. Personas ensangrentadas, cuerpos abandonados, desesperación, caos, el humo que cubre de forma pasajera más destrucción. Los bomberos eran insuficientes para apagar el fuego, y los civiles se prestaron para la ayuda conveniente. Nunca se había dado un caso parecido.

El objetivo principal del ataque en la calle Tarata se debió a que ésta era un centro financiero y comercial muy concurrido. Sin embargo, el coche bomba ubicado a las afueras del Banco de Crédito, ubicado, hasta el día de hoy, en plena Avenida Larco. Nunca explotó.

Al día siguiente, las personas sobrevivientes miraban con desazón los escombros. El recuerdo de sus vidas pasadas se vio manchada por aquella intervención terrorista, como si en adelante todo tuviera que empezar otra vez.

La búsqueda de un Estado sin diferencias de clases, empezando por desaparecer a la clase media, los considerados burgueses, se vio ejemplificado en el atentado.

Durante el desarrollo de nuestro trabajo de investigación intentamos comunicarnos con las personas que aún habitan en la Calle Tarata. Con la voz entrecortada, nos pidieron no volver a mencionar el tema. "Estamos cansados del tema. No queremos entrevistas. No podemos olvidar"- afirmó una residente del edificio más afectado en 1992.


Pareciera que el dolor se asentó en la Calle Tarata. Sigue ahí, mezclándose entre las bocinas y las conversaciones que, poco a poco, se van desvaneciendo.

Guardamos, entonces, un perturbante silencio.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Legado Natural

sábado, 11 de diciembre de 2010 0
Por: Claudia Delgado

Después de una serie de negociaciones, los integrantes del Consejo Universitario sanmarquino decidieron que no se derrumbará el Museo de Historia Natural. Se han salvado noventa investigaciones científicas y más de 80, 000 muestras de flora y fauna.

“Lo importante es no maltratar la piel del animal cuando se retiran los órganos”, afirma Letty Salinas, jefe del Departamento de Ornitología, y encargada de disecar algunas de las más de 38,000 aves que alberga el Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). El ave más antigua es la gallinita ciega (Ochataecha Jelskii) y fue recogida hace 168 años por el naturalista polaco, Konstantin Jelski.

Ubicado, desde 1934, en la cuadra 12 de la Avenida Arenales, el Museo se muestra una inesperada tranquilidad frente al trajín cotidiano de la ciudad. Una reja de metal pareciera dividir el bullicio citadino de un ambiente, como su nombre lo indica, natural.

Más de un centenar de investigadores trabajan, sin recibir remuneración alguna, para contribuir con el estudio de la biodiversidad. Al mismo tiempo, muchos alumnos realizan sus prácticas pre-profesionales en el lugar.





Diversos medios de comunicación estuvieron al tanto del problema del Museo de Historia Natural. (Fuente: Canal N)


Naturalmente interesante


Una gran casona de color amarillo quiebra el tradicional pasaje de Jesús María. Al ingresar, la réplica de una isla de la Costa peruana. El detalle se cuida al mínimo. Lobos de mar, nutrias, gaviotas y pelícanos parecieran aletear al recibirnos.

Las dos primeras vitrinas, ubicadas una frente a la otra, muestran animales representativos de la Sierra y de la Selva. El más interesante es el ronsoco. El animal disecado, está acompañado por algunas aves y tortugas que dan la impresión de que se observasen, con pequeños ojos de vidrio, fijamente.

Peces, reptiles y mamíferos se encuentran en habitaciones de amplías paredes. Cada espécimen, en diferentes mostradores de vidrio, pareciera rogar ser reemplazado.
“Algunos animales tienen más de sesenta años. Supuestamente deberían tener un mantenimiento adecuado, pero la universidad no tiene fondos para hacerlo”, comenta la bióloga Amalia Delgado, perteneciente al Laboratorio de Florística.

En la siguiente habitación, un homenaje a Antonio Raimondi se refleja en una réplica de la Puya Raimondi que, en un imponente tamaño natural, se mantiene estática en una esquina, como si aguardara que alguien leyera la leyenda que cuenta su historia.



El Museo posee diversos atractivos que esperan ser visitados. (Fotografía: Marisela Meza)


Después de atravesar la Sierra y la Costa, utilizando unas bellas escaleras de mármol blanco, bajamos al sótano. En el lugar, encontramos fósiles, moluscos y parásitos en pequeños frascos de formol. Al fondo de la habitación hallamos una puerta cerrada: “Serpentario”, se lee. Dos vitrinas dejan ver un par de estáticas serpientes. “¿Romperían el vidrio si es que no estuvieran disecadas?”, comenta una curiosa anciana que visita el museo por primera vez.

El oscuro sótano origina un bello contraste con el exterior. Un inmenso jardín botánico, con más de 500.000 ejemplares de plantes, forma parte del herbario más grande del Perú. Dos grandes tortugas aparecen, repentinamente, detrás de un arbusto. “Uff, felizmente no las disecaron”, comenta la pequeña hija de una secretaria, mientras toma a su apresurada madre de la mano.

Según Amalia Delgado, lo que llama más la atención a los visitantes –en su mayoría escolares- no son las plantas. Las impresionantes colecciones de rocas y fósiles, tanto como de vertebrados como invertebrados, cuentan con 11.000 muestras. Mientras tanto, un grupo de niños observan asombrados la mandíbula del extinto caimán gigante. “Ala, parece un cocodrilote”, comenta un inquieto escolar mientras intenta tocar la muestra.



Perturbada tranquilidad


Hace dos meses, un problema arribó al, usualmente, tranquilo Museo de Historia Natural. Esta vez no se trataba del tumulto ocasionado por los escolares. La UNMSM pretendía construir un complejo “Académico Cultural”. Para ser más específicos, una torre de veinte pisos para la Unidad de Post grado de la Universidad. Lo curioso de la obra era que, para solventarse, tendría estacionamientos y un centro comercial en el sótano donde hoy dormitan algunas serpientes. El convenio era con la Constructora Graña y Montero. El conservar el jardín botánico no estaba en los planos. Tampoco consideraron que más de 500 investigadores trabajan en el lugar.



Investigadores, biólogos y trabajadores administrativos del Museo de Historia Natural encabezaron diversas protestas que, finalmente, contribuyeron a salvarlo.


Los medios de comunicación cubrieron la noticia. Trabajadores e investigadores de la UNMSM protestan a las afueras del local sanmarquino. No se resignan a perder tantos años de trabajo, que, además, fueron solventados con sus propios recursos.

Afortunadamente, y luego de una serie de negociaciones del Consejo Universitario -integrado por el Rector, Luis Izquierdo, los vicerrectores, decanos y el tercio estudiantil – se logró un acuerdo.

La directora del Museo, Betty Millán, afirmó en un comunicado que “no se aprobará el uso de los terrenos del Museo de Historia Natural para otros fines (…) puesto que es la Institución de San Marcos encargada de investigar y exhibir muestras representativas del patrimonio natural del Perú”.

Además, Millán, sumamente contenta por la noticia, asegura que se formará una nueva Comisión para evaluar dónde se edificará la Unidad de Post grado. El Museo, al menos por ahora, parece respirar tranquilo.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Devolución de dinero a contribuyentes del Fonavi

viernes, 10 de diciembre de 2010 0
Por Álvaro Reyes Q.




Tras el referéndum sucedido el 3 de octubre, para la devolución de dinero del Fondo Nacional de Vivienda (Fonavi), se supo que el “SÍ” ganó con el 66.45%.
De esta manera, los contribuyentes se verán beneficiados con la ley que el presidente Alan García Pérez promulgó el martes último, 7 de diciembre. La Ley para la devolución de dinero fue publicada por diario El Peruano al día siguiente, pero se elaborará su reglamento en un plazo menor a 60 días.

La norma dicta que se devolverá a todos los trabajadores que contribuyeron con el Fonavi la suma total de sus aportes, así como al Estado y otros involucrados. Se indica además que este abono se realizará con la entrega de un Certificado de Reconocimiento de Aportaciones y Derechos del Fonavista.

Se armará una Comisión Ad Hoc que será la responsable de efectuar el reparto a cada individuo. Pero habrán seis modalidades de devolución: en viviendas de interés social, en terrenos urbanizados de interés social, en efectivo, en bonos, en compensaciones tributarias y en pagos compensatorios de deudas.

A partir del Cronograma de Actividades de Entrega se procederá a la devolución respectiva en un período de ocho años. Se priorizará a aquellas personas que se encuentren por encima de los 60 años de edad, para luego seguir con los mayores de 50, y finalizar con los menores de 50 años.

viernes, 3 de diciembre de 2010

"Modales y Racismo"

viernes, 3 de diciembre de 2010 0
Por Marisela Meza

Los modales en las sociedades contemporáneas, contextualizadas por la globalización y sus complejas relaciones, modifican las situaciones económicas y culturales.
Hablamos de sociedades que se mueven al ritmo de una vida agitada y que exigen cada día más de las personas que viven en ellas: más belleza, más trabajo, más dinero, y por lo tanto, más estafas, fraudes y robos.

Hoy día, aproximadamente a las 2 de la tarde, una noticia llegó a ser el centro de atención entre todos los ciudadanos limeños. Una agencia del Banco Continental había sido tomada por delincuentes en la zona comercial de Gamarra. ¿El descenlace? La vida un delincuente y un par de heridos.
Si bien este caso resultó, por decirlo así, peculiar- recordemos que no vivimos un acontecimiento similar desde hace más de dos décadas- se ha vuelto "cotidiano" ver al 'choro' corriendo con la cartera o el celular que arranchó de la 'tía' distraida, o tal vez poco 'viva', que no se percató de la mirada sigilosa del 'pata' que la seguía. Nuestra sociedad ha cambiado.

Hace 8 días la ex Miss Universo, Alicia Machado, angustiada por el conflicto bélico en el este de la península asiática, actualizó su estado en la Red Social Twitter pidiendo la paz entre 'las dos chinas', suceso que rebotó en varias páginas de la Internet y, como era de suponer, se convirtió en el blooper del año.
Probablemente, pensaba que el calificativo "chino" era usado para nombrar a todos los ciudadanos asiáticos con ojos jalados. Por otra parte, esta semana el cómico Jorge Benavides se disculpaba por su personaje "El negro mama". Lo consideraban racista.




No debe sorprendernos que sucesos como estos transcurran por los medios de comunicación casi a diario. Pero tampoco es dable pensar que nuestra sociedad es caótica y con un racismo impregnado. Simplemente hay que reconocer que las sociedades cambian a medida que las necesidades de las personas lo hacen. Pero la respuesta no es tan sencilla. Es necesario, entonces, detenernos, dejando de lado el trajín diario, para conversar un poco.

BRACK TOMA DISTANCIA DE LOS TRANSGÉNICOS

•Ministro dice no estar en contra de estos productos. Afirma que es necesario ordenar nuestros recursos genéticos.

No cederán. Aunque existen diversas presiones sobre el Ministerio del Ambiente (MINAM) para sembrar cultivos transgénicos en nuestro país, según el titular del sector, Antonio Brack, la protección y el desarrollo del material genético debe privilegiarse ante todo.

Brack insiste en que la propuesta de ley que declara una moratoria para los transgénicos debe ser examinada, puesto que la legislación de bioseguridad se elaboró antes de la creación del MINAM. Reveló, al mismo tiempo, que aunque no se encuentra en contra de los transgénicos, la regulación sobre el uso de biotecnología en el Perú no se concluye.

Además, el funcionario aseveró que la discusión sobre el tema con el Ministerio de Agricultura (MINAG) se encuentra “empantanada”. Mientras tanto, Rafael Quevedo, titular de esta cartera, no se ha pronunciado de manera concreta sobre los cultivos genéticamente modificados.

Por su parte, Brack afirmó en RPP que “el consumo de productos orgánicos está creciendo de una manera altísima a nivel mundial y ese es nuestro futuro”.



Polémica espera. Es necesario revisar la legislación de bioseguridad antes de permitir el ingreso de transgénicos.

viernes, 26 de noviembre de 2010

El último maullido en la Residencial San Felipe

viernes, 26 de noviembre de 2010 0
Por: Claudia Delgado.



Las moscas siguen en el ambiente. Un extraño olor se confunde con el pasto recién regado. La tranquilidad de la Residencial San Felipe parece habitual, pero incómoda. En una esquina, una extraña bolsa negra de plástico parece rogar que la abran. Se asoma una patita.

Esa mañana, en el jardín correspondiente al edificio “Los Fresnos” se encontraban los aún tibios cuerpos de veinte gatos que agonizaron lentamente mientras los primeros rayos de sol hacían su tímida aparición. Los infortunados felinos ingirieron, muy temprano, una mezcla mortal: veneno con pollo y comida para gatos.
Es la hora del almuerzo. Algunos vecinos sacan a pasear a sus mascotas. Dos perros salchicha olfatean el jardín en el que, horas antes, estuvo la bolsa negra.




Jenny Carbajal habita en el edificio “Jacarandá” y no volverá a llevarles comida a sus peludos y sigilosos amigos. Graciela Coe, vive en “Los Frenos” y ya no se despedirá de aquel gato angora que la miraba desde la copa de un árbol cuando se iba a trabajar.


Así como ellas, muchos vecinos se preocupaban por estos animales. De los 20 gatos asesinados, según Roger Salazar, jefe del Programa de Mascotas del Municipio de Jesús María, tres se encontraban esterilizados. La labor conjunta entre la Municipalidad y las Protectoras de Animales de Jesús María parecía rendir frutos: aproximadamente veinte de los cuarenta gatos que habitan en la residencial estaban esterilizados.

Los mininos se convirtieron en parte del escenario de la residencial. Se los podía encontrar en los árboles tomando una pequeña siesta o buscando algo de comer en los recipientes de tecnopor que les dejaban entre los matorrales. Algunos residentes mencionan que los gatos llegaron al lugar con el motivo de eliminar molestosos roedores. Finalmente, fueron ellos los que terminaron siendo, para algunos, una molestia.

Diversas agrupaciones de protección animal realizaron una vigilia en su nombre. La propietaria de un pequeño puesto de flores donó una bolsa de pétalos. Indignada, muestra un cartel recién colgado en su puesto: “No mates a los gatitos. ¡Cruel!”.



Los últimos gatos mueren lentamente. Todo lo que conocen, se desvanece en un último suspiro. El veneno sigue haciendo efecto.
 
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